Dr. César La Torre Zegarra: «A mis cien años me gustaría seguir atendiendo a mis pacientes»

Dr. César La Torre Zegarra: «A mis cien años me gustaría seguir atendiendo a mis pacientes»

Hoy celebramos el centenario del Dr. César Augusto La Torre Zegarra, maestro de la anestesiología y formador de decenas de anestesiólogos en el norte del Perú y en todo el país. Graduado por la Facultad de Medicina San Fernando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1953, el Dr. La Torre fue miembro del Comité Científico del Instituto Peruano de Anestesiología en 1969 y ejerció como docente de anestesiología en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Piura. La Sociedad Peruana de Anestesia, Analgesia y Reanimación (SPAAR), bajo el liderazgo del Dr. Jorge Basurto Lavanda, rinde homenaje al Dr. La Torre, digno representante de la Anestesiología Peruana.

“La anestesiología ha sido mi segundo hogar, una profesión que me ha brindado innumerables satisfacciones. He trabajado siempre con la convicción de hacer lo mejor para el paciente, al cual nos debemos. Me llena de orgullo haber contribuido al desarrollo de la anestesiología desde sus inicios, cuando utilizábamos Éter y Pentotal como anestésicos. Recuerdo que el Éter, administrado mediante inhaladores rudimentarios, presentaba riesgos tanto para el paciente como para el médico, mientras que el Pentotal se administraba por vía endovenosa con los implementos disponibles. Con el tiempo, los avances tecnológicos nos dotaron de mejores máquinas de anestesia, mejorando significativamente la calidad del cuidado para nuestros pacientes”, comentó el Dr. César La Torre.

Además, compartió algunas de las experiencias más significativas de su trayectoria profesional, “Recuerdo con emoción el caso de un bebé recién nacido que necesitaba una cirugía de hernia. Nadie quería anestesiarlo por el riesgo de intubación, pero decidí hacerlo aplicando éter gota a gota hasta que la anestesia hiciera efecto. La operación fue un éxito y resultó muy gratificante. También tuve la oportunidad de salvar a un colega que sufrió un paro cardíaco mientras jugaba fútbol en el Hospital Regional de Piura. Nadie se atrevía a usar el electroshock, pero llegué justo a tiempo para revivirlo. Estos momentos han reafirmado mi vocación y me han enseñado el valor de estar en el lugar y momento precisos”.

“Finalmente, a los estudiantes de medicina les aconsejo que nunca dejen de formarse académicamente y consideren la anestesiología como su vocación. No teman tomar decisiones difíciles, pues como vigías del paciente, siempre actuaremos pensando en su bienestar, así tendrán la satisfacción de saber que hicieron todo lo posible por ayudar al prójimo”, concluyó el Dr. La Torre.